ORGANIZAR EL TIEMPO, en las diferentes etapas de nuestra vida (etapa adulta y tercera edad)
GESTIÓN DEL TIEMPO EN LA ETAPA ADULTA (CONTINUACIÓN ENTRADA ANTERIOR)
Vamos a hablar de la etapa adulta, si cuando estamos creciendo hemos aprendido ya lo tendremos adquirido, sino aún estamos a tiempo de aprender. Continuamente tenemos la sensación de que “trabajamos a tope y no llegamos”, “no vemos lo suficiente a la familia”, “no terminamos de leer un libro que tenemos empezado, “de quedar con los amigos” …, es decir la sensación constante de no tener tiempo y no saber qué hacer para poner solución. Vamos a ver una serie de consejos o pautas para gestionar bien el tiempo:
Antes de comenzar tenemos que comprender dos cosas:
El día tiene 24 horas y la semana tiene 7 días
Esta obviedad, la olvidamos todos. Queremos hacer tantas cosas que nos faltan horas o días de la semana. Pero hasta que no asumamos que sólo disponemos de 24 horas al día y de 7 días a la semana, no podremos nunca gestionar bien nuestro tiempo. Debemos cambiar nuestra perspectiva del tiempo y tomarlo como un aliado, y no tomarlo como un enemigo contra el que luchar y al que hay que sacar más minutos. Es nuestro amigo porque nos brinda la posibilidad de emplear 24 horas al día y 7 días a la semana en lo que decidamos hacer. Nosotros somos los únicos dueños de nuestro tiempo y nosotros lo empleamos como queramos. Es cierto que tenemos que trabajar, que tenemos que hacer determinadas tareas, pero al final, la decisión de cómo emplear el tiempo es nuestra. Además, el tiempo es un amigo justo. Nos da a todos el mismo número de horas. El cómo aprovechar esas horas y el partido que saquemos a esas horas depende de nosotros.
El tiempo es dinero
Todos conocéis el dicho: “el tiempo es oro”. Esta es una de las verdades de la vida que poca gente se da cuenta. Todos somos reacios a derrochar nuestro dinero, pero sin embargo no nos importa derrochar nuestro tiempo. El tiempo lo podemos emplear en lo que queramos, pero hemos de ser conscientes de que elegimos usarlo en esa actividad y del coste que ello conlleva. Por ejemplo, después de un día duro de trabajo, puedo decidir tirarme en el sofá toda la tarde viendo la tele. Esto es un tiempo bien empleado si yo elijo hacerlo, pero será un tiempo mal empleado si quiero hacer otras cosas y luego por la noche me arrepiento de haberme quedado toda la tarde en el sofá.
Para hacer un buen empleo del tiempo es necesario tener en cuenta una serie de cuestiones:
- El significado de EFICIENCIA, EFICACIA.
La eficiencia consiste en hacer las cosas bien. Es positiva, por supuesto, pero no garantiza resultados. Se limita a hacer bien lo que se hace. Se centra en el método/ Cómo.
La eficacia consiste en hacer lo que realmente hay que hacer. La persona eficaz sabe, ante todo, qué es lo que debe hacer. Tiene en mente los resultados que desea alcanzar. Hace lo que les acerca a ellos. Se centra en el fin.
La persona que consiga un equilibrio razonable entre estos dos conceptos está gestionando de forma adecuada su tiempo.
- Que existen unos LADRONES DEL TIEMPO.
Los ladrones de tiempo son esa suma de imprevistos que nos resta minutos e incluso horas de trabajo efectivo. Detectarlos nos ayudará a combatirlos. Los más típicos son:
- Las interrupciones. Si las hace una persona con la que se tiene confianza se le puede emplazar a solucionar el tema a tratar en otro momento.
- Reuniones. Hay que entrar en ellas con un orden del día y procurar ceñirse a él para evitar divagaciones que alarguen el encuentro innecesariamente.
- Desorden. Si destinamos unos pocos minutos cada día a archivar nos evitaremos perder horas buscando un papel por la mesa. Cuesta, pero vale la pena.
- Comunicación ineficaz. Si no transmitimos mensajes claros es muy posible que los demás realicen mal el trabajo y tengan que volver a repetirlo, lo cual supone una enorme pérdida de tiempo. Debemos comunicar con claridad y comprobar que la otra persona ha comprendido lo que intentamos transmitirle.
- Escasa disciplina personal. Es uno de los peores ladrones de tiempo y uno de los más difíciles de corregir. No hay recetas mágicas. La única forma de cambiar es con voluntad.
- No planificar
- No priorizar
- No centrarse
- No delegar
- No saber decir que NO
- El teléfono
La agenda, ese gran aliado:
Una agenda es esencial para cualquier persona que quiera organizar su tiempo, los motivos son que permite: planificar, organizar, priorizar y recordar.
Uno de los mayores focos de estrés es pensar en las tareas que tenemos que hacer y que no se nos pueden olvidar. Al tener una agenda y usarla correctamente, esto desaparece automáticamente, ya que no necesitamos recordar nada, la agenda lo hará por nosotros. La debemos llevar siempre encima y la tenemos que mirar todos los días. Veras como si apuntas todo, nunca se olvidará nada.
HERRAMIENTAS Y RECURSOS DEL CONTROL DEL TIEMPO
- Evita posponer tareas.
- Reduce las interrupciones.
- Aprende a delegar.
- Gestionar adecuadamente el estrés.
- Ser asertivos (saber decir que no)
DECALOGO DEL USO DEL TIEMPO
- Decide tus objetivos
- Planifica tus actividades.
- Asigna a cada una el tiempo justo
- Empieza por la más importante.
- Sigue lo que has programado, no te desvíes.
- Hazlo ya, no lo dejes para luego.
- Concéntrate en una sola cosa.
- Acaba lo que empieza.
- Haz el mejor uso del próximo minuto
- Tomate tiempo para ti mismo: realízate, desarróllate, vive.
Para finalizar, en la tercera edad, tienen que aprovechar el tiempo libre, hacer cosas que les entretengan y les llenen, ya que toda la vida han ido con prisas, con rutinas, horarios ajustados, debido a eso, llegados a esta etapa, es el momento de flexibilizar esos horarios, no tener rutinas tan cerradas, pero si es cierto, que a las personas mayores les cuesta salirse de sus horarios, y esto se debe a que han estado muchos años ciñéndose a esa rigidez de horarios y se acostumbran a eso.
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